Así debe estar la lana todo el día para ser vareada con varas verdes de avellano, o espeñucada con los dedos, para luego ser transformada con las cardas, la fusa y la parafusa, dejándola así lista para filar, si queremos tejer.
Para hacer colchones, almohadas, o, mullidos cojines como el de la foto, basta con cardar o espeñucar.
Lástima que ya no haya rebaños de ovejas por las brañas, para ser esquiladas. Ni tampoco se sorteen los goxos llenos de lana en la fiesta de S. Antonio. Pronto serán una reliquia las piezas de pura lana de oveja.
Hace ya muchos años también que los brañeiros del Coto no van a la fiesta de La Peral.
Para que los del pueblo les dejasen un pajar para poder bailar, debían varear los colchones de lana. ¡ Cómo no!, todos los mozos dispuestos: extendían la lana por el suelo, apagaban los candiles, y..., a saltar sobre ella..., o a bailar.
¿La enredarían más?..., enredaríanla...Sin estar en-red-ados como estamos ahora. Ya no enredamos, ni vareamos la lana, ni dormimos en esos mullidos y calientes colchones. Mucho menos en los de hoja de maíz. También hice un cojín, para recordar viejos tiempos...
3 comentarios:
Me encanta la lana, llevo un año en el camino de intentar recuperar viejas tradiciones. Ahora me he propuesto intentar realizar un documental recogiendo costumbres sobre la lana en Asturias. Me gustaría poder hablar contigo. Muchas gracias
Llevo un año aprendiendo a usar la lana y sus procesos y ahora me he propuesto intentar hacer un documental sobre la memoria que aún permanece viva en Asturias en torno a la lana. ¿Te apetecería compartir conmigo algunas impresiones? Un saludo
Creo que cualquier mujer mayor de nuestros pueblos puede aportar mucho más conocimiento que yo, y seguramente estarán encantadas de recordar esos tiempos que no volverán y que ellas conocen tan bien.
En cualquier caso, aquí estoy disponible para lo que puedas necesitar.
Un saludo
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