Somiedo Nature.

 El compromiso de Apartamentos Rurales Buenamadre, la primera cara rural  acreditada en Europa con el SRST Red Natura 2000, es hacer visitable el jardín rural que rodea la casa, en el cual hay más de 60 especies de árboles entre autóctonos, algunos de ellos centenarios, frutales y especies de jardín, así como mostrar el bosque de ribera y el hayedo,  en cuya zona intermedia habitamos en "modo felicidad"

También ofrecemos degustar frutas y frutos silvestres, y plantas aromático medicinales. Frescos, recién cogidos, transformados en infusiones, licores, helados, o, en versiónes más dulces..

Desde el punto de vista ambiental, Somiedo es uno de los espacios más valiosos de la Cordillera Cantábrica. A su alto grado de conservación se unen una biodiversidad paisajística y ambiental únicas, que hacen que en él aparezcan la mayor parte de ecosistemas y especies del área central de la Cordillera.

Compartimos parte de este paraiso distribuyendo plantas y semillas con todos los  visitantes y con varios objetivos:

 Uno de ellos es, que un día no muy lejano, las ardillas vuelvan a cruzar España saltando de roble en roble. 

Otro, y tal vez sea el más importante, es que seamos responsables, plantemos árboles y muchos seamos autosuficientes. 1 solo árbol adulto de 30 metros de altura y 1/2 metro de base, produce oxígeno para 2 personas. Sin embargo, necesitamos 60 árboles para compensar la huella de carbono de 1 sola persona.

No es necesario que plantemos tantos como Joaquín Araújo o Paul Lister..., no, plantemos y regalemos árboles y semillas para ser autosuficientes, y para ayudar a que otros también lo sean.

Turberas altas.

 Ocupando solo el 3% de la superficie del planeta, contienen el 30% del C0 2.

   El volumen de carbono acumulado en todas ellas, equivale al que hay en toda la atmósfera, e incluso es superior a la cantidad almacenada por todas las masas forestales.

   Las turberas son ecosistemas característicos de ambientes lacustres y frios que ocupan grandes extensiones en los paises nórdicos. En Asturias ocuparon grandes espacios durante la glaciación. Hoy, son enclaves singulares vestigios de ese pasado y grandes reservorios de agua para rios, pues lo esfagnos retienen el agua y la sueltan lentamente durante varios meses. Hay 2 tipos: bajas y altas, éstas, de esfagnos con musgos del género Sphagnum, que van creciendo lentamente en la parte apical mientras la parte baja muere formando un entramado fibroso e hinchado de agua, similar a una esponja.

    Su formación se debe a la lenta descomposición de la materia orgánica y, la acumulación de turba puede alcanzar varios metros de espesor. Su crecimiento se calcula entre 1/2 y 10 cm de espesor cada 100 años.

Por la rareza y singularidad de su flora, su conservación es primordial para el mantenimiento de la biodiversidad.

 Son, además de una herramienta muy útil para estudiar el clima y la vegetación del pasado, ese gran e intocable almacén de carbono. La prueba más clara de que la naturaleza se regula sola y no nos necesita.

En las turberas asturianas hay elementos florísticos de origen boreal; esas plantas sobrevivieron solo en reducidos enclaves de alta montaña. Hay especies carnívoras como las Droseras rotundifolia, ánglica y longidofolia. Se encuentran en Vega Cimera próximas al Puerto de Somiedo.

Hay también Utricularia menor, Triglochim palustres, gran cantidad de hongos con especies nuevas para la ciencia, tritones, salamandras rabilargas, etc..

Desayunos privilegiados.

 Desayunar con estas vistas, o, siendo contemplado por una preciosa Marta, es algo que no ocurre todos los días.

¿Sabes dónde es posible?

Siiiiii, en Apartamentos Buenamadre😉