Como podía yo imaginar el pasado uno de Junio, cuando desde aquí le felicitaba, deseando que viniese a Oviedo y verle, que vendría, y le vería...Sí, esa hermosa y dulce voz...que me incita a bailar y a soñar. La misma voz que escuchamos en sus discos, la escuché cerquita, casi al oído, el pasado sábado.
El discurso que regaló a nuestros oidos con alusiones a España, al español que le enseñó a tocar la guitarra, a su guitarra de madera de cedro, a Lorca.., a su vida musical, hoy que ya no está entre nosotros, ese discurso es aún más valioso.
Leonard Cohen:
https://youtu.be/Dvz_ETXFnic?si=btD66NxDg1uZby6a
Elegante como siempre, con su traje y su sombrero...Galante... me cogió por la cintura para las fotos. Dos fotos con Míster Cohen.
Los dos con sombrero...Él no sabrá que adoro los sombreros...El mío negro, como el suyo, con toques blancos bajo el ala, a juego con el trench negro con lunares blancos...en honor a él, y a su pasión por Andalucía y el flamenco. Yo también elegante, para verle. De negro y blanco, salvo el foulard de rosas rojas.
Tuve la suerte de hablar con él unos minutos, oír su maravillosa voz, mirarle a los ojos, posar a su lado, y que me firmase en un libro de Lorca, antes de que partiera rumbo a Paris.
!Ohhhh! Federico García Lorca, exclamó, en un correcto castellano, cuando vio la foto en mi libro. Yes, Mister Cohen.
Me gustan su música y su maravillosa voz; muchas gracias, le dije en inglés.
Me miró, sonrío, y dijo: Muchas gracias.
Me hubiera gustado hablar más con él. Conocerle hace unos años. Escucharle cantar: Dance me to the end of love, y bailar...
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