Así las llamó Joaquín Araújo...
Definiéndose a si mismo como agricultor, cabrero y predicador, el sábado ofreció una conferencia sobre el significado de las montañas, en la Iglesia de S. Salvador, pura casualidad. Acompañado de otros brillantes ponentes, su voz sonaba a música y sus palabras en ocasiones, eran puras metáforas…
Paradójicamente, estas jornadas se celebran en un hermoso lugar, rodeado de montes quemados y requemados.
Comparto con él, la realidad de que el agua que atesoran nuestras montañas, es el bien público más importante que tenemos y, que a nuestras montañas debemos permitirles que sigan ahí, trabajando para nosotros gratuitamente, como lo han hecho siempre. Abogo por ese respeto y armonía con nuestro paisaje.
Paradójicamente, estas jornadas se celebran en un hermoso lugar, rodeado de montes quemados y requemados.
Comparto con él, la realidad de que el agua que atesoran nuestras montañas, es el bien público más importante que tenemos y, que a nuestras montañas debemos permitirles que sigan ahí, trabajando para nosotros gratuitamente, como lo han hecho siempre. Abogo por ese respeto y armonía con nuestro paisaje.
Sería hermoso y deseable, que en un lugar como éste, Somiedo, en el corazón de la Cordillera Cantábrica, saliesen adelante jornadas culturales similares: de divulgación de nuestros valores, de nuestra cultura, de nuestro paisaje, de nuestras montañas rebeldes, de nuestro MUNDO RURAL...
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