MI PARAÍSO...

MI PARAÍSO...
Es ese lugar para soñar...al atardecer, viendo las puesta de sol en las largas y cálidas tardes de verano, a la sombra de la parra, degustando lo que cada uno quiera. Relajados sobre una mullida manta extendida sobre la yerba. En las cómodas tumbonas y hamaca, a la luz de las velas, con buena música, o escuchando el silencio, o los sonidos de la naturaleza. DISFRUTANDO.

domingo, 2 de febrero de 2020

Rosalía alpina,Tetrao urogallus y Ursus arctus en Somiedo

   Así, de menor a mayor tamaño. Siempre es bueno ir de menos a más, y en ellos esa diferencia es abismal; aunque comparten lo más importante, el mismo hábitat. 

   Rosalía alpina, el diminuto y hermoso ser vivo que habita en mi hayedo (supongo que en más). Aquí debería llamarse Rosalía somedana, pues queda muy atrás ya la que se vio por primera vez en los alpes suizos (de ahí su nombre) en 1.758.


Posada sobre mi barbacoa este verano.


   En 2.013 aparecen ejemplares en el Bosque Eterno, en Catanzaro, Italia. Los investigadores que la descubren están orgullosos, por lo que eso significa. Es un Cerambícido protegido por la Comunidad Europea, y un gran indicador biológico de los bosques maduros y de su gran estado de conservación.  Ella es el logotipo en el Parque Nacional del Danubio-Ipoly, en Hungría.
    Es inconfundible por el color y por el tamaño; las antenas superan al cuerpo.
   Vive en los hayedos, alimentándose de maderas muertas y tardando 4 años en completar su ciclo vital. 
   Me visita en verano, esta es la quinta vez que la veo. Entra en casa y se posa en cualquier lugar pasando horas y horas en el mismo sitio sin apenas moverse. Siempre la vi así, posada en un lugar, pero tiene que volar.., no puede desplazarse desde el monte hasta aquí de otro modo. La veré un día, seguro, y con las alas desplegadas, será más bonita todavía.
   Ahora comparte grado de protección en el Parque Natural, en el nuevo IGI, junto al oso y al urogallo. Todos ellos habitantes de los oasis para el reino animal, vegetal y fungi, que son los mágicos hayedos somedanos.


   Me falta ver al urogallo, y seguro que queda alguno. Tienen que haber sobrevivido al hombre, a los depredadores naturales y a la falta de cultivo de cereales, No hace tanto tiempo que se veían cada verano en Momián, y en cantidad.

   La naturaleza es muy sabia; se adapta y nos supera.

Foto copiada de internet.


   El oso pardo cantábrico, en vías de recuperación tras el arduo esfuerzo conjunto de la Administración y la FOP.


   Hermoso ejemplar que a finales de verano se paseaba por algunos pueblos comiendo todos los higos.

 Es una de las 3 fotos ganadoras del concurso fotográfico convocado en Somiedo este verano.



   Sé lo privilegiada que soy por vivir en un lugar así, y consciente de ello, considero fundamental la total protección bajo el paraguas de Patrimonio de la Humanidad, de todo Somiedo. 
Es un lugar único.

No todos los seres vivos tienen la misma suerte:

http://www.rtve.es/noticias/20141117/mas-22000-especies-estan-punto-desaparecer-del-planeta/1049320.shtml



Más belleza, ahora en una hermosa voz femenina, y con una buena orquesta:

https://www.youtube.com/watch?v=NZ_AVdTcVx0


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