MI PARAÍSO...

MI PARAÍSO...
Es ese lugar para soñar...al atardecer, viendo las puesta de sol en las largas y cálidas tardes de verano, a la sombra de la parra, degustando lo que cada uno quiera. Relajados sobre una mullida manta extendida sobre la yerba. En las cómodas tumbonas y hamaca, a la luz de las velas, con buena música, o escuchando el silencio, o los sonidos de la naturaleza. DISFRUTANDO.

jueves, 1 de diciembre de 2011

Proteínas vegetales.




   Algunas esporas de la Macrolepiota procera de la foto, me las habré llevado seguramente en la suela de mis katiuskas. Otras se las lleva el viento, otras son arrastradas por la lluvia, otras son trasladadas en las pezuñas de los animales, algunas se quedan…Así se extienden las esporas por el mundo, y así, algunos micelios llegan a medir varios cientos de metros. Cuando las condiciones de la tierra, de altitud, la climatología, etc., son favorables, y convergen una serie de factores necesarios, surge la reproducción (proceso demasiado complejo para explicar aquí, es mejor acudir a los cursos que organizamos) y se desarrollan más micelios, fruto de los cuales son las setas. Su fin es brotar para soltar las esporas y que de nuevo se inicie el proceso.
   Estaban ricas las Macrolepiotas, pero al lado de un Boletus edulis, sobran todas.





Parece que a jabalíes y topos también les gusta andar entre ellas.




   Entre las 83 clasificadas unas olían a sardinas, otras a ajo, otras a albaricoques, alguna a esperma.