MI PARAÍSO...

MI PARAÍSO...
Es ese lugar para soñar...al atardecer, viendo las puesta de sol en las largas y cálidas tardes de verano, a la sombra de la parra, degustando lo que cada uno quiera. Relajados sobre una mullida manta extendida sobre la yerba. En las cómodas tumbonas y hamaca, a la luz de las velas, con buena música, o escuchando el silencio, o los sonidos de la naturaleza. DISFRUTANDO.

miércoles, 1 de enero de 2020

ROCAS CALIZAS




Merengue...

   Como una de las obras más bellas de la Creación, describió Luís Martínez a Somiedo, tras cuatro décadas recorriendo cada pueblo, cada braña, cada montaña...


   En un territorio que se podría calificar como abrupto, lleno de profundos valles surcados por múltiples ríos, en el que en muy poca distancia en línea recta se pasa de la cota más baja en Aguasmestas (400 metros) a la más elevada, río Pigüeña arriba, en El Cornón y sus 2.194 metros, lógicamente, los contínuos ascensos y descensos son vertiginosos.
   A lo largo y, sobre todo ancho, de  la geografía somedana, destacan en su parte más alta y próxima al Sur 4 grandes moles calizas: Orníz y Peña Chana, ambas en el límite con León, y, Penouta y Sierra Palombera o peñas de Urria. Curiosamente, mientras las dos primeras son ascendidas por todas sus caras y con bastante frecuencia, las otras dos, más bajas, son pisadas únicamente por los rebecos y por algún intrépido montañero.


Sierra Palombera, la más baja de las cuatro, 1860 metros. Foto hecha desde el Putracón. Mi vista cada mañana al despertar.
Peña Orníz. 2190 metros. Segundo techo de Somiedo.

Peña Chana, 2087 metros. Desde ella se ve el mar bañando Gijón, y desde él, mar adentro, se ve Peña Chana.


Penouta 1976 metros
   Cuesta creer que en el pasado hayan estado sumergidas bajo las aguas y 500 metros más elevadas que ahora (los fósiles marinos encontrados son una muestra clara de esa época), cuando tantas veces las nubes y la niebla las utilizan como su lecho y se deslizan por ellas ocultándolas a nuestros ojos.
   Los vientos las azotan sin miramiento alguno y la nieve se pega a su cara Norte, agotando la poca vida existente a esas alturas, y permaneciendo ahí durante meses algunos inviernos, hasta que el cálido Sol que siempre las baña por el Sur y las roza levemente por el Oeste cada atardecer, pareciera atravesar su interior "derritiéndolas" por dentro; nada imposible, pues están llenas de oquedades y cuevas por las que se filtra el agua, formando espectaculares cascadas con el deshielo.

"Sus cuevas  son los hogares de Xanas y Trasgus". 

   Tal vez sea cuando éstos últimos juegan a los bolos en las largas noches, intentando alcanzar las estrellas que saturan el cielo, cuando los relámpagos y truenos rompen el silencio sacándonos a todos de la ensoñación del largo invierno; es cuando sentimos que el añorado Sol no tiene razón de ser, si no nos inunda con su luz y su  calor, llenando todo de vida.

   Desde Sierra Palombera, la más baja de las cuatro, situada casi en la parte central del municipio, las vistas alcanzan todo Somiedo. La colección de almenas que alberga es tal, que en ocasiones las calizas parecen besarse.

  Son varias las figuras visibles en ella, debido a las grietas y, al hierro y la pizarra que forman caprichosas formas. Una de ellas se dice que es la Virgen con el Niño. Contaban las personas mayores que una mujer ya entrada en años iba a postrarse repetidamente ante ella y preguntaba. Virgen Santísima, ¿casaréime o quedaréi asina?, hasta que un día un pastor que se había escondido, dijo: "Quedarás asina", a lo que la mujer, rápida como todas las somedanas respondió: "Cállate tú, nenuco, que lo diga tu madre, que tú yes pequenuco".

No se sabe si la mujer halló marido.., tal vez sí, "asina la historia queda mejor"

   La forma de hablar en Somiedo tiene diversas variantes, dadas la influencia geográfica, y el movimiento de personas y sus costumbres durante siglos: Vaqueiros y pastores. Lo que no se suele utilizar aquí es la terminación en "u" o en "es", la más frecuente en la zona centro de Asturias. Nuestra tradicional forma de hablar, también forma parte de nuestro patrimonio cultural.

   Es en Urria, bajo Sierra Palombera donde todavía es posible oír algunas palabras como cantare y bailare, restos del castellano antiguo, que perviven aquí en Somiedo, lugar donde tenemos verbos exclusivos como "TEITAR o ENCUMAR" que además siguen vigentes en todas sus conjugaciones.

Lo escrito al principio. Una de las obras más bellas de la Creación.

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